jueves, 27 de octubre de 2011

Adiestrar a mi Perro

El adiestramiento de un perro es contemplado como una tarea un poco aparte que le da el dueño a su perro. De hecho, el adiestramiento puede ser valioso para los dos, sirviendo para estrechar el vinculo entre el perro y el dueño.
Con un perro que esté adiestrado será menos factible que corra salvajemente porla carretera, en sentido contrario a los autos, que un perro que no esté adiestrado.
Los perros son animales de jauría que cuidan de su líder y son capaces de entrenar de firme; con las razas más dominantes, sobre todo, impediremos problemas de conducta, ya que el perro reconocerá su papel sometido y no contradecir la posición de su dueño.
Por lo tanto, está claro que para obtener el mayor placer de ser dueño de un perro, debe adiestrarle bien desde el principio. Los perros de cachorros son más sensibles al adiestramiento y éste puede iniciarse tan pronto como el cachorro llegue a nuestra casa.
Hay ciertas normas de conducta básicas que el perro debe entender. SObre todo al cachorro debe enseñarsele limpieza, educandolo a salir fuera cuando requiera hacer sus necesidades. Dentro de la casa debe aprender a no malograr los muebles ni saltar por sobre las camas y ensuciarlas. El cachoro debe responder a su nombre y saber reconocer a los personas de la familia sin mostrarse violento ni con ellos ni con las visitas.
Fuera de la casa, el cacharro debe aprender a regresar cuando se le llama, pasear correctamente con una correa sin tirar de ella, quedarse sentado cuando se le ordene y no pelear con otros perros. No debe ponerse de pie sobre las personas, ni entrar en los lugares donde hay otros animales (especialmente ovejas) ni en aceras que estén sucias. En conjunto, el adiestramiento tendrá éxito sólo si el perro responde sin vacilar a las ordenes de dueño.

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Hay 3 métodos para enseñar a un cachorro a hacer sus necesidades en el lugar correcto. Asimismo existen 3 reglas elementales que obligatoriamente tienen que ser puestas en practica en cualquiera de los métodos.

Regla Nº 1: Atrapar a tu cachorro en el momento exacto.
Si atrapas a tu cachorro en el momento exacto en que está haciendo sus deposiciones en el lugar incorrecto o indebido, nunca lo castigues. Tu cachorro no comprenderá porque lo estas castigando.

Regla Nº2: Dale un premio a tu cachorro.
Cuando tu cachorro realice sus necedidades en el lugar correcto dale un premio y felicitalo. Puedes darle una galleta de perro ó hacerle mucho cariño mientras le dices ¡muy bien campeon! El premio porsupuesto tendra que ser de inmediato o al instante que tu cachorro lo haya hecho, si no tampoco entenderá porque lo están premiando o felicitando. 

Regla Nº3: No le pegues a tu perro.
Nunca le pegues a tu perro. EL refuerzo positivo con premios, cariños y galletas funciona mejor que el método por castigo. Siempre que tu cachorro haga algo bien lo premias y cada vez que tu cachorro haga algo mal, sencillamente le puedes dicer un ¡No! ó ¡Malo! y lo ignoras. El "No" o "Malo" dilo despacio, no lo digas gritando.

Si tu nuevo cachorro hace un desastre mientras tú no estás en casa, no cometas el error de llevar a tu cachorro a donde está el desastre y frotar su nariz o cara sobre sus necesidades para que comprenda que está mal lo que ha hecho y que su comportamiento no es aceptable.

Lamentablemente esta es una de los metodos más prevalentes entre los propietarios de cachorros. Este es un método antiguo que el actual entendimiento de la psicología canina nos ha hecho entender que no solo no sirve sino que puede crear un problema emocional a largo plazo en nuestros perros.

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La simpatía, hiperactividad y travesuras particulares de esta raza cuando son cachorros pequeños, pueden transformarse en unverdadero tormento para sus dueños, si el perro no es adiestrado a temprana edad.

Su agilidad y gusto por los juegos, si no son controlados a tiempo, pueden tornarse en descontrol y se convertirian en mascotas casi imposibles de manejar por sus dueños.

El adiestramiento que necesita un cachorro labrador no es necesariamente profesional. El propio dueño puede estimularlo desde pequeño para cumplir normas simples y principios fundamentales de “buena conducta” para que despues de un tiempo, la convivencia se desenvuelva por carriles de reciproco respeto y sosiego.

Una de las características más destacadas de esta raza es su osadía y falta de temor a situaciones desconocidas, lo cual representa una ventaja ya que nuestra mascota será valiente, extraordinario guardián y osado defensor de las personas u objetos que esten a su cuidado, y una desventaja a la vez por que si no se le determinan normas fundamentales de comportamiento, no escuchara las órdenes de su dueño y se lanzará en búsqueda y conquista de lo que le llame la atención o lo que sea.

Por eso es importante que desde cachorro empiese a respetar y obedecer la voz de su dueño. Esta tendrá que ser firme pero cordial. Tan igual que en la educación de un niño, una concesión puede marcar la diferencia entre la obediencia y la manipulación psicológica. Los labradores fijan sus ojos melancólicos en los ojos de su dueño, y si éste cede ante sus pretensiones habrá perdido un valioso terreno de autoridad que costará mucho recobrar.

Las buenas acciones del labrador deberán ser premiadas con golosinas, galletas, etc. puedes consiguer algunas en tiendas especializadas o con cariñosas palmadas en el lomo. Sus malas acciones deben ser reprendidas con palabras firmes, en tono serio y con férrea pero amable intransigencia, nunca con castigo físico. Te sosprendera descubrir todo lo inteligente que puede ser tu cachorro ante las explicaciones de por qué si y por qué no de cada acción.

Si buscas un entrenador profesional para tu labrador, serciorate de que tenga la experiencia necesaria en la materia. Los labradores son una raza que aprende mucho más a través de la cordialidad y la firmeza que ante los métodos severos y estrictos. Dialoga con el entrenador en cuestión sobre cuáles son los modales a aplicar en el caso de tu mascota y decide en consecuencia.

Recuerda que tu labrador es parte de tu familia y no puedes ponerlo en manos de una persona inexperta o que aplique en él métodos inapropiados. Con un buen entrenamiento, tu perro se transformará en tu mejor amigo y podrás gozar de su compañía, con seguridad, tranquilidad y sin sobresaltos.

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